MÁS ABAJO NO SE PUEDE

Primer Lugar

Sale del subte y camina rápido por Avenida de Mayo. Necesita bajarse de los zapatos de taco que se le están incrustando en los talones. Se mete en «Los 36 billares». El mozo que limpia afanosamente los vasos no la ve. Se quita los zapatos y camina hacia el subsuelo. Se recuesta en una de las mesas de billar y se duerme. El mozo la sigue para echarla y cuando la ve dormida la tapa con un mantel, apaga la luz y atraviesa la cadena con el cartel «SALA CERRADA». Ella descansa, al fin. Nunca nadie la había cuidado tanto.

Roxana Miguel, 43 años
Buenos Aires

Ilustración: Cristian Turdera