Mención Honrosa
Mi tía Mandy odiaba salir de Buenos Aires para ir de vacaciones. Decía que la naturaleza la deprimía. Fue ella que, plano en mano, me explicó siendo un chico que en la ciudad cada cuatro cuadras había una avenida. Cuando murió me tocó desarmar su departamento y en el viejo ropero encontré muchas cosas. De todas, solo conservé un cuaderno amarillo. En él estaban anotados más de mil nombres y direcciones de panaderías de los barrios porteños. De cada una había registrado prolijamente una breve descripción y un número que calificaba del uno al diez sus sándwiches de miga.
Leonardo Echeverz, 57 años, Lomas de Zamora.
Ilustración: Paula Maneyro